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Niños en casa a solas

Cómo preparar a su hijo para pasar tiempo solo en casa
Author: Leslie Quander Wooldridge
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La decisión de dejar a su hijo solo en casa puede ser difícil e incluso angustiante. Pero es una decisión que muchos padres toman. Aproximadamente un tercio de los escolares pasan tiempo en casa sin supervisión durante parte de la semana, según la Oficina del Censo de Estados Unidos. Si su hijo está por sumarse a ese grupo, la preparación aumentará las posibilidades de buenos resultados. A continuación ofrecemos algunos consejos.

Tenga en cuenta la edad y madurez de su hijo. Es necesario pensar en ciertos factores especiales cuando su hijo tiene hemofilia. Por lo general, no se debe dejar a un niño sin supervisión en ningún momento antes de los 12 años, recomendó Debra Holtzman, JD, MA, autora de The Safe Baby: A Do-It-Yourself Guide to Home Safety and Healthy Living (Sentient Publications, 2004).

Averigüe con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de su estado o la agencia local de bienestar infantil si está prohibido dejar a niños de cierta edad solos en casa. Si su hijo va a cuidar a hermanos menores, pregunte sobre las restricciones pertinentes. Asegúrese de que el niño sepa de memoria su número de teléfono y su dirección; que sepa contestar el teléfono (si se lo permite) sin divulgar que usted no está en casa, y que pueda mantener la calma bajo presión, ya sea debido a que tiene muchas tareas o le sale sangre de la nariz de buenas a primeras.

“Los padres deben conocer bien a su hijo y saber si su conducta les da la seguridad de poder dejarlo solo en casa”, dijo Susan E. Gamerman, MS, APN, PNP-BC, enfermera especializada en pediatría del Centro de Cáncer y Trastornos de la Sangre en el Hospital Infantil Ann & ­Robert H. Lurie de Chicago.

Hablen sobre la administración de medicamentos. Es importante pensar en el uso de medicamentos, dijo Gamerman. Es posible que los niños se hagan infusiones ellos mismos desde los 7 años cuando los padres están en casa, pero quizá no sea buena idea permitir que lo hagan sin supervisión.

“Un niño de aproximadamente 12 o 13 tal vez pueda administrar el factor, pero realmente depende de cada caso”, afirmó Gamerman. “Algunos chicos son muy seguros de sí mismos y pueden pincharse la vena sin problema; otros no”.

Gamerman considera que un adulto responsable debe estar presente para la profilaxis, especialmente en el caso de niños menores de 15 años. Para casos de emergencia, tenga en casa medicamentos y equipo, y asegúrese de que su hijo sepa llamar al 911 o a un adulto a cargo.

“La familia debe colaborar con el centro de tratamiento de hemofilia para asegurarse de tener el número al que deben llamar en caso de emergencia”, indicó Gamerman. El contacto para estos casos puede ser un vecino, amigo o pariente que esté enterado de que su hijo tiene hemofilia, agregó.

Formule un plan y sígalo. Gamerman también aconseja establecer una rutina para los chicos después de clases que comience con una llamada rápida a uno de los padres a fin de confirmar que el niño ha llegado a casa. Durante la llamada, pregúntele a su hijo cómo le fue ese día y si existen problemas potenciales. “No todos los niños van a revelar si algo está pasando”, dijo Gamerman. Por lo tanto, pregunte si tiene dolor en las articulaciones (o de otro tipo), o si ha tenido algún otro problema.

Además, haga una lista general de lo que su hijo debe y no debe hacer, y considere colocarla en el refrigerador a manera de recordatorio, dijo Holtzman. Por ejemplo, si su hijo no debe invitar amigos a casa y si debe evitar actividad física que lo ponga en peligro, escriba esas instrucciones en la lista.

Finalmente, su hijo debe saberse el número de celular o teléfono de su oficina donde puede encontrarlo en todo momento. “Realmente repita hasta el cansancio ‘No dejes de llamarme’ ”, agregó Holtzman. “La familia de veras es lo más importante”.