Can People with Bleeding Disorders Take Blood Thinners?

¿Las personas con trastornos hemorrágicos pueden tomar anticoagulantes?

Consejos y conocimientos de un hematólogo y un cardiólogo.
Author: Donna Behen
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Millones de estadounidenses que padecen o corren un alto riesgo de tener enfermedades cardíacas toman con regularidad antiagregantes plaquetarios o anticoagulantes que se recetan para ayudar a prevenir los coágulos sanguíneos que pueden provocar complicaciones graves, como un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco.

Pero ¿qué ocurre si alguien también tiene hemofilia u otro tipo de trastorno hemorrágico? ¿Puede tomar de manera segura un anticoagulante o un antiagregante plaquetario? ¿Cómo deciden los médicos si recetan o no uno de estos medicamentos? Para obtener respuestas a estas y otras preguntas, hablamos con dos de los coautores de un artículo de 2022 sobre el tratamiento de la enfermedad de las arterias coronarias en pacientes con hemofilia.

“Decidir si se administran estos agentes en una persona con un trastorno hemorrágico siempre es un desafío”, dice Andrew D. Leavitt, M.D., director del programa de trastornos sanguíneos no cancerosos de la University of California San Francisco (UCSF) y director médico del UCSF Adult Hemophilia Treatment Center. “El paciente y el médico deben sopesar el riesgo de una complicación hemorrágica grave con el de una complicación de coagulación grave, como un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular”. 

¿Para qué se recetan los anticoagulantes?

Si bien con frecuencia se los llama anticoagulantes, estos medicamentos en realidad no diluyen la sangre. Sino que reducen la capacidad de coagulación de la sangre. A los pacientes se les recetan anticoagulantes por diversas razones y la concentración/dosis del medicamento depende del motivo por el que se recetan, dice Jacob Mayfield, M.D., miembro principal de la División de Cardiología del University of Washington Medical Center en Seattle.

“Por ejemplo, las personas que tienen enfermedad de las arterias coronarias o acumulación de placa en los vasos sanguíneos que nutren el corazón pueden necesitar antiagregantes plaquetarios, que van desde aspirina en dosis bajas en el extremo más leve hasta clopidogrel (Plavix), ticagrelor (Brilinta) o prasugrel (Effient) en el extremo más potente del espectro”, dice Mayfield. Todos estos medicamentos hacen que las plaquetas sean menos pegajosas y pueden reducir la probabilidad de sufrir ataque cardíaco en personas en riesgo. También se pueden usar durante un período de tiempo después de los procedimientos de colocación de stents cardíacos para proteger el stent hasta que el cuerpo pueda recubrirlo con una capa de sus propias células.

“A las personas con otras afecciones como fibrilación auricular, trombosis venosa profunda o embolia pulmonar se les pueden recetar anticoagulantes como warfarina (Coumadin), apixabán (Eliquis) o rivaroxabán (Xarelto), que reducen o bloquean las sustancias naturales que contribuyen a la coagulación de la sangre”, agrega Mayfield. En casos poco frecuentes, dice, estos medicamentos pueden combinarse con fármacos que actúan sobre las plaquetas, como aspirina o clopidogrel. Como se puede imaginar, la combinación de estos agentes aumenta el riesgo de hemorragias. 

Cómo tomar la decisión

Al evaluar si es seguro que un paciente con hemofilia (u otro trastorno hemorrágico) tome un anticoagulante, ¿qué factores tienen en cuenta los hematólogos?

“En el caso de las personas con trastornos hemorrágicos leves, los anticoagulantes pueden considerarse con precaución”, dice Leavitt. “En el caso de personas con trastornos hemorrágicos muy graves, el medicamento solo se recetaría si tuvieran un riesgo muy alto de tener un problema grave de coagulación”. En este supuesto, dice Leavitt, es posible que se necesite un tratamiento adicional para el trastorno hemorrágico (como la administración de factores de coagulación) para reducir o normalizar el riesgo de hemorragias durante el tratamiento con anticoagulantes. El profesional agrega que otros factores que inciden en esta decisión son la edad, el riesgo de caídas y la presencia de otras afecciones médicas.

Si se recomienda un anticoagulante, Leavitt dice que los médicos suelen sugerir uno que se pueda revertir en el caso de un problema de hemorragia grave. “Esta decisión depende en gran medida de cada paciente y no hay reglas que se apliquen para todos”, agrega. “Los pacientes deben ser acompañados en la toma de decisiones complejas como esta por los hematólogos y los cardiólogos de un centro donde tengan experiencia en ambas áreas”. Los pacientes con hemofilia pueden encontrar centros especializados en el tratamiento de la hemofilia visitando el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades

“Es importante hacer hincapié en un enfoque cauteloso y colaborativo entre el paciente, el hematólogo y quien recomiende la terapia con anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios, que suele ser un cardiólogo”, agrega Mayfield. “La clave es comprender a la persona y que haya una excelente comunicación entre el paciente y el equipo de atención”.

El poder de la prevención

Puesto que las personas con trastornos hemorrágicos viven más tiempo gracias a los avances en el tratamiento de estos trastornos, la carga de las enfermedades asociadas con el envejecimiento, como las enfermedades cardíacas, está aumentando, dice Mayfield. Sin embargo, tener un trastorno hemorrágico hace que el tratamiento de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares sea mucho más complicado.

Por esta razón, dice, es fundamental enfocarse en la prevención de las enfermedades cardíacas: mantener un peso normal, llevar una alimentación saludable para el corazón (como la dieta mediterránea), no fumar y trabajar con un médico de atención primaria para identificar y tratar el colesterol alto y la diabetes.

“Incluso en mayor medida que para una persona promedio, la prevención es la mejor medicina”, dice.