The Emotional Toll of Mass Shootings

Los estragos emocionales de los tiroteos masivos

Los tiroteos masivos son devastadores. En esta columna, el Equipo de Trabajadores Sociales de la Fundación Nacional de Hemofilia (National Hemophilia Foundation, NHF) ofrece asesoramiento y apoyo para entender el enojo y las emociones en torno a estos horribles eventos.
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Pregunte a un trabajador social es una columna mensual en la que aparecen preguntas de la comunidad y respuestas de miembros del Equipo de Trabajadores Sociales de la Fundación Nacional de Hemofilia de la NHF. Si tiene preguntas para nuestros trabajadores sociales, envíelas a [email protected].

Este mes, el equipo de trabajo comparte un importante mensaje sobre un problema grave que acosa a este país.

 

A nuestra comunidad de trastornos hemorrágicos:

Este año ha sido devastador. Hay un sinfín de informes de violencia y tiroteos masivos en las noticias que nos obliga a considerar que es probable que ocurran en nuestra vida cotidiana. Al momento de escribir este artículo, en los EE. UU. ha habido más de 300 tiroteos masivos en lo que va de 2022 (una cantidad que es difícil de creer).

Si bien las personas somos resilientes (¡en especial en esta comunidad!) y solemos recuperarnos después de momentos difíciles, estos sucesos tienden a interrumpir nuestra sensación de rutina y seguridad. Aunque estos incidentes pueden no haberlo afectado en persona, lo que sentimos al oír sobre ellos puede pesar mucho en nuestro corazón y en nuestra mente. Incluso los trabajadores sociales con capacitación avanzada pueden verse abrumados por la intensidad de estos hechos trágicos.

Las enfermedades crónicas como los trastornos hemorrágicos ya pueden agregar abundantes factores estresantes a la vida de las personas, por ejemplo, al resolver los riesgos de tener hemorragias todos los días. Es importante tener en cuenta que las personas con trastornos hemorrágicos pueden sufrir un efecto agravante de un incidente traumático aislado como un tiroteo masivo combinado con los efectos emocionales y mentales causados por vivir con una enfermedad crónica. Esto podría llevar a estar demasiado concentrado en el presente o preocupado por el futuro y constantemente mencionar síntomas o preocupaciones. Por lo tanto, es muy importante que los pacientes, los cuidadores y otras personas involucradas en su atención controlen los signos de angustia y busquen apoyo y ayuda según sea necesario.

También es vital reconocer que no todos procesan un trauma de esta magnitud de la misma manera o en el mismo período de tiempo. Algunas personas pueden no expresar sus sentimientos en forma verbal ni directa. Otras pueden no estar capacitados para hablar sobre lo que sienten ni explicar cómo están procesando sus emociones. Otras personas pueden volverse más temperamentales, introvertidas o inseguras. En todos los casos, la paciencia y el respeto son fundamentales. Cuando somos conscientes de los demás, podemos ayudarlos observando cualquier comportamiento autodestructivo o dañino.

Conocemos la fuerza y el compromiso que hay dentro de esta comunidad. Todos han superado muchas cosas por tener un trastorno hemorrágico o por cuidar a un ser querido que lo tiene. Muchos de ustedes han construido redes de apoyo para sí o para otros. Es importante admitir y reconocer que incluso cuando la adversidad se nos presenta (como un tiroteo masivo), no está solo. La familia, los amigos, las organizaciones locales, estatales y nacionales, su centro de tratamiento de hemofilia y su equipo de atención médica están a su disposición. Si considera que necesita asistencia o que la que está recibiendo no es suficiente, no dude en comunicarse.

Por último, cuídese y cuide a sus seres queridos. Siga leyendo para obtener algunas recomendaciones.

Cómo ayudarse en los momentos de estrés

  • Haga todo lo posible por beber mucha agua, comer con regularidad, dormir lo suficiente y hacer ejercicio.
  • Contáctese con familiares adultos, amigos o miembros de la comunidad para hablar o apoyarse.
  • Evite tomar decisiones innecesarias que afecten su vida durante momentos de mucho estrés.
  • Dese un respiro. Tómese tiempo para descansar y hacer cosas que le gusten.
  • Contáctese con un trabajador social o un profesional de salud mental para que lo ayude a procesar sus sentimientos y emociones.

Cómo ayudar a un niño o un familiar en situaciones de estrés

  • Trate de mantener las rutinas lo más normales que sea posible. Los niños adquieren seguridad cuando tienen una rutina predecible, incluido ir a la escuela.
  • Limite la exposición a la televisión y a las noticias.
  • Sea honesto con los niños y comparta con ellos tanta información como puedan manejar según su etapa del desarrollo.
  • Escuche los miedos y las preocupaciones de los niños.
  • Tranquilícelos diciéndoles que el mundo es un lugar bueno para estar, pero que hay personas que hacen cosas malas.
  • Reconstruya y ratifique los vínculos y las relaciones.
  • Busque ayuda profesional si considera que es necesario, incluido de los trabajadores sociales de su centro de tratamiento de hemofilia.