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La atención dental de niños y adultos con trastornos hemorrágicos
Author: Elizabeth Thompson Beckley y Melanie Padgett Powers
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Solo toma unos minutos hacer que el cuidado dental sea parte de la rutina diaria de su familia. Un par de citas anuales con el dentista, además de cepillarse, usar hilo dental y atención preventiva, pueden producir resultados a largo plazo.

Desafortunadamente, los problemas de seguro, que van desde tener una complicada póliza dental hasta una que no cubre todos los procedimientos —o la falta de seguro— pueden hacer que sea tentador saltarse los dos chequeos dentales anuales.

La hemofilia y otros trastornos hemorrágicos no hacen que tenga más problemas dentales. Sin embargo, evitar el debido cuidado preventivo de los dientes y encías puede llevar a procedimientos más complicados y costosos en el futuro. Los niños y adultos con hemofilia y otros trastornos hemorrágicos necesitan un meticuloso programa orientado a la prevención para mantener una salud bucal óptima y minimizar el riesgo de complicaciones si surgen problemas dentales. 

Ciertos procedimientos, como extracciones dentales u otros tipos de operaciones bucales, deben comenzar con una consulta entre el centro de tratamiento de hemofilia o un hematólogo y su dentista, para determinar qué precauciones necesita tomar antes de una cita dental.

Planear con tiempo con respecto a proveedores y pagos también puede ser beneficioso. Encontrar un consultorio dental adecuado —un equipo de atención dental con el que se sienta cómodo— quizá sea lo más importante para comenzar. También es crucial investigar las opciones sobre cómo pagar la atención.

“Es necesario tener un buen consultorio dental y acudir a citas con regularidad para prevenir problemas”, dijo el Dr. Richard Burke, DMD, dentista y director de la división de odontología pediátrica en Hospitales y Clínicas de la Universidad de Iowa en Iowa City.

También debe poner de su parte. Un programa de prevención logra evitar la mayoría de los problemas dentales, afirmó Burke. Debe incluir cepillarse los dientes a diario con pasta de dientes, usar hilo dental y el flúor tópico adecuado, una alimentación saludable y exámenes profesionales con regularidad.

A pesar de lo que muchos creen, los niños y adultos con trastornos hemorrágicos pueden y deben usar hilo dental a diario. Si no se hace con regularidad, las encías tienden a sangrar más debido a una afección llamada gingivitis marginal, explicó Gayle Gilbaugh, RDH, higienista dental en el consultorio de Burke. La gingivitis es un tipo de enfermedad de las encías que se presenta cuando se acumulan bacterias entre los dientes y encías, lo que produce irritación, inflamación y sangrado.

“Si se limpia la bacteria a diario, el tejido de las encías se vuelve más saludable y el sangrado disminuye”, dijo Gilbaugh. “A la gente con un trastorno hemorrágico le digo que, en general, las encías probablemente le sangren un poco más fácilmente que a alguien sin el trastorno hemorrágico, pero el objetivo es mantener el tejido gingival lo más saludable posible”.

El uso del hilo dental debe iniciarse apenas su hijo tiene dos dientes que están en contacto”, dijo la dentista general Melissa A. Kennell, DDS, de Gilford, New Hampshire, quien solo atiende a niños. El hijo de Kennell, Preston, de 3 años ½, tiene hemofilia A severa. Kennell usa hilo dental con él y le cepilla los dientes todas las mañanas y noches. “Es importante que el hilo dental sea parte de la rutina de su hijo”, indicó.

La prevención empieza con el primer diente

El Colegio de Odontología Pediátrica de Estados Unidos (AAPD en inglés) recomienda que los padres o encargados del cuidado creen una estación dental para los niños para cuando tienen 1 año de edad. En la primera consulta del niño, el dentista probablemente ofrecerá lo que Burke llama “consejos anticipados” a los padres o cuidadores. “Es enseñarles a los padres recursos que quizá nunca habían pensado, como usar hilo dental desde una edad muy temprana”, afirmó Kennell.

Además, el dentista aconsejará a los padres sobre la cantidad correcta de flúor. “El flúor es maravilloso, pero en exceso puede causar fluorosis de esmalte dental, que hace que al salir los dientes adultos sean de color blanco tiza o marrones, o tengan manchitas blancas”, dijo Kennell. Los niños pueden consumir demasiado flúor, por ejemplo, si se les da suplementos de flúor porque viven en una comunidad en la que el agua no lo contiene, pero va a una guardería donde hay agua con flúor. No se les debe dar a los niños pequeños pasta de dientes con flúor hasta que sepan enjuagarse y escupirla sin tragar.

El dentista también le hablará sobre la prevención de lesiones bucales y dentales, y problemas alimentarios. Esto incluye el uso de biberones y tazas con tapa para niños pequeños, que pueden causar caries, lo que a veces se denomina el “síndrome del biberón”. Los expertos concuerdan en que el biberón solo debe contener agua o leche. Si los niños tienen dientes, no se debe les mandar a la cama con un biberón o tazoncito ni darles de lactar hasta que se duerman, recomendó Kennell. Las bebidas azucaradas se acumulan alrededor de los dientes mientras el niño duerme. Luego las bacterias de la boca usan el azúcar como alimento, lo que produce un ácido que ataca los dientes.

Boy grinning before dental visitLa mayoría de los dientes de leche salen sin dificultad, típicamente entre los 6 a 10 meses de edad. No se preocupe si a su hijo no le salen los primeros dientes hasta los 12 meses, indicó Kennell. A menudo se receta Liquid Amicar® para sangrado en niños en dentición que tienen un trastorno hemorrágico. Es posible que incluso su centro de tratamiento de hemofilia lo recete con anticipación para que lo tenga a la mano en caso lo necesite, dijo Kennell. Amicar tiene fecha de vencimiento, o sea que fíjese en la etiqueta antes de usarlo.

La caída de los dientes de leche

Para la mayoría de los niños con trastornos hemorrágicos, la “exfoliación” o pérdida de los dientes de leche no es problema. Los expertos dicen que se debe permitir que los dientes se caigan naturalmente —en vez de jalarlos— para minimizar el sangrado. Por lo general se puede controlar el sangrado con presión directa con un dedo envuelto en gasa durante varios minutos, añadió Burke. Los padres deben lavarse las manos, envolverse un trocito de gasa estéril alrededor del índice y aplicar presión sobre el área que está sangrando.

Una bolsita húmeda de té negro puede ayudar porque el ácido tánico que contiene fomenta la formación de coágulos. Colóquela sobre el área y aplique presión o haga que el niño la muerda delicadamente.

También puede ayudar la aplicación tópica directa de agentes hemostáticos, sustancias químicas que detienen el sangrado, como Amicar. Después de la caída de un diente, deles a los niños alimentos fríos y blandos, pero evite los calientes y los popotes o pajitas. “No dejen que los niños se enjuaguen la boca pues puede impedir que se formen coágulos”, dijo Kennell.

Si el sangrado persiste, comuníquese con su centro de tratamiento. Es poco común que la exfoliación rutinaria cause hemorragias severas y requiera hospitalización, dijo Karen Ridley, RDH, MS, higienista dental y profesora adjunta de higiene dental en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, quien ha trabajado estrechamente con centros de tratamiento por años. Pero si se produce una hemorragia severa, el dentista quizá recomiende para la próxima vez una extracción en serie, como sacar los cuatro molares cuando estén flojos.

El aspecto del factor

Su hematólogo determinará si necesita la cobertura adicional de producto de factor para un procedimiento dental. Depende de la severidad de la enfermedad, su historia médica y el procedimiento en sí, por ejemplo, si se trata de una extracción o raspado a fondo (limpieza profunda para evitar que avance la enfermedad de las encías), que por lo general se realiza cuando las bacterias e inflamación de la gingivitis sin tratar han alcanzado partes profundas del diente. Para tales fines, quizá se considere el tratamiento de reemplazo de factor, dijo Burke.

Burke recomienda que los pacientes con un trastorno hemorrágico y enfermedad periodontal tengan un plan de mantenimiento para evitar que avance más. Es posible que les pida a sus pacientes que vuelvan cada tres, cuatro o seis meses, según la severidad de la afección.

Las personas con inhibidores por lo general requieren tratamiento en un hospital. Los pacientes con VIH, dispositivos de acceso venoso central (central venous access devices o CVAD) o una prótesis articular quizá necesiten tratamiento con un antibiótico profiláctico antes de cualquier procedimiento dental. Las personas con trastornos hemorrágicos poco comunes como la enfermedad de von Willebrand también deben consultar con su centro de tratamiento y dentista sobre sus necesidades específicas antes de cualquier procedimiento.

El factor no es la única solución para sangrado relacionado con los dientes. Según Burke, para detener el sangrado localizado, se puede usar agentes hemostáticos como Amicar, Avitene®, Gelfoam®, Stimate Nasal Spray® y Surgicel®. Burke indicó que algunos dentistas también usan Lysteda®, que es una forma de ácido tranexámico en tableta, aprobado por la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos en el 2009 para el tratamiento de menstruación excesiva. El ácido tranexámico se usa desde hace tiempo en Estados Unidos en inyección para prevenir sangrado durante extracciones.

Debido al alto precio del factor, quizá deba hacerse varios procedimientos a la vez para ahorrar dinero y maximizar eficiencia, dijo Burke. Cuando alguien tiene múltiples problemas en diferentes lados de la boca, a menudo lo lógico es hacer una infusión primero, en vista de que va a estar en el sillón del dentista por un buen tiempo. Algunos pacientes quizá también necesiten una infusión después. “Tratamos de hacer todo el tratamiento en una sola cita si es posible”, afirmó Burke. Esto puede incluir el uso de óxido nitroso (también conocido como “gas hilarante”), sedantes y estrecha coordinación con el hematólogo del paciente.

El trabajador social o especialista en reembolsos en su centro de tratamiento tal vez pueda ayudarlo a hacer un plan de pago para el factor adicional usado en procedimientos dentales.

Problemas de seguro

Nick Reiser, de 24 años, tiene hemofilia A severa y es una de las pocas personas que sangró mucho cuando se le cayeron los dientes de leche.

“Definitivamente fue todo un lío para mis papás”, afirmó Reiser, de Howell, Nueva Jersey. Cuando se le cayó un diente a los 8 años, les avisó a sus padres al entrar a la habitación diciendo, “Hola, tengo un charco de sangre en las manos y no para”. Agregó, “O sea que iba a la sala de urgencias en vez de esperar la moneda del ratoncito”.

Después de cambiar de dentista, Reiser finalmente encontró un consultorio en el que se sentía en casa, con un dentista pediátrico que comprendía la hemofilia. Pero en su segunda década de vida, tuvo dificultad para encontrar otro dentista. El seguro también dictaba su salud dental.

“Mi seguro médico cambió y por un tiempo no incluía atención dental”, dijo Reiser. Pensó, “¿Gasto el dinero que me queda yendo al centro de tratamiento a hacerme un control o pago un dineral sin seguro?”

La cobertura de seguros varía según el estado. Algunos pacientes con un trastorno hemorrágico dependen de Medicaid o algún tipo de atención dental subsidiada, pero algunos programas estatales de Medicaid no incluyen cobertura dental. En los que sí la incluyen, es posible que haya pocos dentistas que acepten Medicaid. El estado de Michigan tiene una extensa red de clínicas dentales comunitarias financiadas por el gobierno federal y recibe subsidios para prestar cierta atención dental por medio de los centros de tratamiento, dijo Ridley.

La mayoría de los centros y filiales tienen una lista de recursos en la zona. Si bien existen pocos, algunos programas dentales en hospitales tratan a pacientes con múltiples complicaciones de salud. Además, algunas clínicas dentales tienen tarifas que cambian según los ingresos de los pacientes. Algunas filiales, entre ellas las del norte de Ohio, Indiana, Florida y Georgia, tienen programas de atención dental.

Reiser ahora tiene seguro dental por medio de su trabajo en una planta de ensamblaje electrónico, pero no ha podido encontrar a ningún dentista que atienda a personas con hemofilia. “No he tenido ningún problema dental”, dijo, pero tampoco va al dentista desde hace unos cinco años.

Soluciones innovadoras

Hace unos años, los líderes de Hemofilia de Indiana, una filial de la Fundación Nacional de Hemofilia (National Hemophilia Foundation), y el Centro de Hemofilia y Trombosis de Indiana en Indianápolis comenzaron a pensar cómo prestar asistencia para atención dental a las personas con trastornos hemorrágicos. Esperaban que al ofrecer opciones de financiamiento para ayudar a que mantengan su salud dental, las alentarían a ir al dentista con más frecuencia. Anticipaban que esto, a su vez, ayudaría a evitar algunos de los problemas y complicaciones de coordinar la atención para procedimientos dentales más complicados.

Delta Dental, la mayor aseguradora dental del país, aceptó una propuesta de iniciar un plan grupal para miembros de la filial de Indiana y sus familiares. El primer miembro se inscribió el 1º de septiembre del 2006; el grupo ahora incluye 108 pólizas y 280 personas inscritas. Casi nadie tenía seguro dental antes del inicio de este programa. “Es un programa en el que creemos totalmente y que continuará”, dijo Scott Ehnes, director ejecutivo de la filial.

Dos higienistas dentales que trabajan en el centro de tratamiento son administradores de casos de Delta Dental. Entienden el plan y aconsejan a los asegurados sobre cómo aprovechar al máximo sus beneficios en base a la atención que necesitan.

Otras filiales o centros de tratamiento interesados en iniciar un programa similar deben analizar las leyes de su estado sobre la creación de grupos para fines de seguro. Pueden identificar grandes proveedores dentales en su región que estén más dispuestos a trabajar con los grupos y ofrezcan los mejores precios.

Tener y mantener una relación con un equipo dental da tranquilidad, aseguró Burke. Al fin y al cabo, no es posible prever cuándo va a necesitar una intervención dental. Si ese es el caso, es reconfortante conocer a un dentista que comprende sus necesidades.

“El concepto de un consultorio dental donde uno se siente en casa es importante”, dijo Burke. “Las emergencias nunca suceden de 9 a 5”.

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