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Cómo elegir una guardería: guía para los padres de niños con trastornos hemorrágicos

Pruebe estos consejos para estar confiado al tomar esta decisión importante.
Author: Por Stephanie Conner

Elegir un proveedor de guardería puede ser difícil para cualquier padre. Pero Lakeisha Parker de Bryant, Arkansas, tenía más consideraciones que la mayoría, porque su hijo, Treston, tiene hemofilia.

“Mi primera preocupación era, ¿tendrían personal de enfermería? Y si tenía una hemorragia, ¿cómo iban a responder?”, comenta Parker. “Muchas personas no saben qué es la hemofilia”.

Cuando Treston tenía 1 año, Parker investigó para encontrar la guardería indicada. Usted puede utilizar un abordaje similar para calmar los miedos y tomar la mejor decisión para su situación.

La importancia de la educación

El personal de la guardería tiene que comprender el trastorno hemorrágico de su hijo, dice Kara Burge, licenciada en trabajo social clínico (LCSW, por sus siglas en inglés) en el Centro de Arkansas para Trastornos Hemorrágicos en el Arkansas Children’s Hospital en Little Rock.

“Las familias tienen que educar a los proveedores de guardería sobre lo que sucede si su hijo se golpea la cabeza con un juguete”, dice. “¿El proveedor sabe cuándo eso podría ser fatal?”

Comience preguntando a los proveedores si alguna vez tuvieron bajo su cuidado a un niño con un trastorno hemorrágico. Burge también recomienda dar a la guardería elegida una hoja informativa sobre el trastorno hemorrágico de su hijo, que ayudará al personal a comprender la afección, saber cuándo preocuparse, cuándo administrar tratamiento y cuándo llamarlo.

La Fundación Nacional de Trastornos Hemorrágicos (NBDF, por sus siglas en inglés) tiene recursos en su sitio web Steps for Living, y es posible que su proveedor médico o puedan asistir con materiales para compartir.

La comunicación es clave

Los padres suelen preocuparse por cómo sabrán si ocurre un accidente durante el día si su hijo no puede expresarse, cuenta Burger. Por esa razón la comunicación es fundamental. Parker, por ejemplo, dejó en claro que desea que le informen sobre cualquier mordedura o chichón.

“Siempre estoy en contacto con el administrador y el maestro de Treston: ¿Cómo está? Me mantienen informada sobre todo”, comenta. “No tuve ningún problema”.

Como resultado, Parker se pudo enfocar en el trabajo y en completar su doctorado. Y Treston, que ahora tiene 2 años, está prosperando.

“Cuando él empezó a ir a la guardería, vivía estresada”, dice. “El tiempo pasó y ya no me preocupo. Esto nos ha beneficiado a ambos”.

Qué buscar en una guardería

La NBDF recomienda enfocarse en estos factores mientras investiga las opciones que tiene para una guardería:

Personal experto.

Pregunte sobre las calificaciones y la formación de los empleados del centro.

Tamaño del grupo.

Con una proporción más pequeña entre niños y maestros y un tamaño reducido del programa en general, los maestros pueden estar más atentos en casos de accidentes y lesiones.

Baja rotación del personal.

Esto puede ser una señal de que el programa valora a los buenos maestros y personal y trabaja para conservarlos.

Entorno seguro y saludable.

Asegúrese de que el programa cuente con licencia y que sea limpio, y que los niños estén bajo supervisión en todo momento.

Actividades enriquecedoras.

Comprenda cuánto movimiento hay y asegúrese de que le resulte cómodo que su hijo participe de esas actividades.

Obtenga más información sobre cómo elegir un proveedor de guardería y cómo tomar la mejor decisión para su familia.