Person receiving dental care

Cómo manejar la atención odontológica con un trastorno hemorrágico

Descubra la importancia de mantener una buena salud bucal y recibir atención experimentada para las personas con trastornos hemorrágicos.
Author: Por Donna Behen

Para las personas con trastornos hemorrágicos, una visita de rutina al odontólogo puede ser cualquier cosa menos rutinaria. Esto se debe a que tener hemofilia, enfermedad de von Willebrand (EVW) u otro trastorno hemorrágico presenta desafíos únicos durante los procedimientos odontológicos.

“Los tejidos de la boca tienen muchos vasos sanguíneos: es como una esponja, por lo que puede haber un sangrado importante”, explica Michael Chan, DDS, profesor asociado y director del programa de residencia en la Residencia de Práctica General de la Escuela de Odontología de UTHealth, en Houston. “Los pacientes con trastornos hemorrágicos requieren un manejo cuidadoso por parte de alguien que tenga conocimientos y se sienta cómodo tratándolos”.

Mantener una buena salud bucal es un paso crucial para prevenir la enfermedad de las encías, que puede aumentar el riesgo de sangrado. En los casos graves, la enfermedad de las encías puede contribuir a la inflamación sistémica, lo que se ha asociado con un riesgo más alto de enfermedad cardiovascular.

A continuación, se presentan cuatro aspectos que debe tener en cuenta en lo que respecta a la atención odontológica:

1. Elija con cuidado a su odontólogo

No todos los odontólogos han recibido la capacitación adecuada ni tienen experiencia especializada en el tratamiento de personas con trastornos hemorrágicos, por lo que es importante investigar y encontrar un odontólogo que cuente con las calificaciones y la experiencia apropiadas, señala Chan.

”Lamentablemente, algunos odontólogos no siempre saben qué preguntas hacer o qué precauciones tomar, y eso puede derivar en complicaciones graves, como un sangrado incontrolable”, afirma Chan.

Encontrar un odontólogo con la capacitación y el nivel de comodidad adecuados puede ser un desafío, especialmente en las zonas rurales. Los centros locales de tratamiento de la hemofilia (hemophilia treatment centers, HTC) o una sede local de la National Bleeding Disorders Foundation pueden ayudarle a encontrar un consultorio odontólogo adecuado.

En algunos casos, las colaboraciones entre clínicas dentales y HTC, a menudo respaldadas por subvenciones, pueden mejorar el acceso a atención asequible. Por ejemplo, en el UTHealth’s Gulf States Hemophilia and Thrombophilia Center, los residentes de odontología de la Escuela de Odontología evalúan a los pacientes y recomiendan tratamientos que pueden realizarse en un entorno académico y sin costo para los pacientes.

2. Sea sincero con el odontólogo sobre su trastorno hemorrágico

Siempre debe informar al odontólogo que tiene un trastorno hemorrágico y compartir la mayor cantidad posible de información sobre su afección.

“Nos hemos encontrado con casos en los que los pacientes dudan en informarle a su odontólogo que tienen un trastorno hemorrágico por temor a que no los quieran atender”», explica Chan. “Es muy importante que los pacientes sean proactivos y nos cuenten su historial desde el principio”.

Lo ideal es que lleve a su cita odontológica la información que le haya proporcionado su hematólogo. Esto ayuda al odontólogo a comprender su diagnóstico, el grado de gravedad y los tratamientos que podría necesitar para controlar el sangrado.

“Una hoja de protocolo de su hematólogo puede ofrecerle al odontólogo información específica sobre los cuidados preoperatorios”, señala Chan; por ejemplo, una infusión de factor, un enjuague antifibrinolítico como Amicar o el medicamento desmopresina, que puede administrarse como aerosol nasal o por vía intravenosa.

“En los casos de hemofilia moderada o grave, incluso una limpieza dental de rutina puede provocar sangrado”, indica Chan.

Para los procedimientos más invasivos, como extracciones dentales u otras cirugías orales, se recomienda que consulte con su hematólogo para determinar las precauciones necesarias.

3. No dependa de la sala de emergencias

Chan señala que las personas con trastornos hemorrágicos que postergan la visita al odontólogo pueden terminar en la sala de emergencias (emergency room, ER) cuando presentan un problema dental grave. Sin embargo, este enfoque no suele ser el ideal.

“La mayoría de los hospitales no cuenta con un odontólogo en el personal, por lo que la mayoría de las salas de emergencia no pueden brindar una ayuda significativa más allá de aconsejar al paciente que consulte a un odontólogo; por eso, nuestro objetivo es evitar que los pacientes terminen en la sala de emergencias”, comenta.

Contar con un proveedor odontológico con experiencia y con un plan establecido para las emergencias es un enfoque más seguro y eficaz.

4. Practique una buena higiene bucal

Las prácticas regulares de salud odontológica, incluidos el cepillado, el uso de hilo dental y las limpiezas profesionales cada seis meses, son importantes, indica Chan. Según la gravedad del trastorno hemorrágico de cada persona, es posible que deba modificar sus técnicas de cepillado y uso de hilo dental para reducir el sangrado. Un odontólogo o el equipo del HTC del paciente pueden proporcionar la orientación adecuada.

“Si logra mantener una buena higiene, tendrá menos sangrado por inflamación gingival y enfermedad de las encías”, señala.

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