Protect Yourself From the Seasonal Spike of COVID-19

Protéjase del despunte estacional del COVID-19

Las infecciones por virus respiratorios, incluidas las variantes más recientes de COVID-19, están aumentando este invierno, pero las vacunas ofrecen salvaguardas efectivas para las personas con trastornos sanguíneos y hemorrágicos hereditarios.
Author: James Langford
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Primero, las malas noticias: Los virus respiratorios, incluidas las variantes más recientes que causan el COVID-19 están despuntando en todo EE. UU. ya que el clima frío induce a las personas a estar en espacios cerrados más a menudo.

Casi cuatro años después del inicio de la pandemia que cerró gran parte de la economía de los EE. UU. durante muchos meses, el COVID-19 sigue siendo una grave amenaza para la salud. Esto es especialmente certero para las personas con mayor riesgo de sufrir enfermedades graves, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, hay un lado bueno: Datos indican que las vacunas para reducir el riesgo del COVID-19 siguen siendo tratamientos antivirales efectivos y poderosos que pueden contener la gravedad de la enfermedad en personas que la contraen.

Además, la hemofilia y otros trastornos sanguíneos, así como hemorrágicos hereditarios que dificultan la coagulación no aumentan la susceptibilidad al COVID-19 ni la posibilidad de enfermedad u hospitalización grave si alguien se infecta. Y tener un trastorno sanguíneo o hemorrágico hereditario tampoco es motivo para no vacunarse, aunque expertos en atención médica recomiendan tomar algunas precauciones:

  • Como las vacunas contra el COVID-19 deben administrarse intramuscularmente, de ser posible, debe usarse la aguja más delgada disponible (25 a 27 de medida).
  • Se debe aplicar presión en el sitio de la inyección durante al menos 10 minutos después de administrarla para reducir el sangrado y la hinchazón.
  • Los que reciban la vacuna deben inspeccionar el lugar de la inyección después de varios minutos y nuevamente después de dos a cuatro horas, para garantizar que no se haya presentado un hematoma tardío.
  • Las personas con historial de reacciones alérgicas a concentrados de factor de coagulación de vida media extendida que contienen polietileno glicol (PEG) deben conversar con su médico sobre su opción de vacuna, ya que algunas contienen PEG.
  • Los pacientes con hemofilia de moderada a grave deberían recibir una inyección de factor VIII o factor IX antes de vacunarse. No se requieren precauciones hemostáticas para personas con un factor VIII base o un nivel de factor IX mayor al 10 %.

Tomar precauciones contra el COVID-19 y otros virus respiratorios, como la influenza y el virus respiratorio sincitial (VSR), es especialmente importante este invierno, dicen los funcionarios.

Los CDC emitieron una advertencia a los proveedores de atención médica y funcionarios de salud pública en diciembre alertando sobre un aumento de tales enfermedades, especialmente en el sur de EE. UU.

Las bajas tasas de vacunación podrían llevar a casos más graves “y un sistema de atención médica exhausto durante el resto de la temporada”, observa la agencia.

Los CDC señalan que una nueva variante de SARS-CoV-2, JN.1 es responsable de una creciente cantidad de infecciones por COVID-19. JN.1 es un brote de la variante ómicron BA.2.86, el cual se estima que sea responsable del 62 % de todas las variantes de COVID-19 a principios de enero.

Si bien su expansión indica que puede ser más transmisible que otras variantes o, simplemente, mejor evadiendo respuestas del sistema inmunitario, datos de laboratorio recientes indican que las vacunas actualizadas de 2023 y 2024 “producen anticuerpos que protegen contra el JN.1”, dicen los CDC. “Es un bueno momento para tomar precauciones adicionales para protegerse y proteger a otros, especialmente mientras que otras enfermedades respiratorias, incluida la influenza, también están en aumento”.

Según los CDC, una inquietud adicional que los funcionarios de salud pública están monitoreando es un aumento de casos de neumonía en niños a nivel mundial, lo que puede causar muchos tipos de bacterias, hongos y virus.

Mantenerse al día con las vacunas contra enfermedades neumocócica y tos ferina (tos convulsiva), así como con inoculaciones contra virus respiratorios, puede ayudar a contener el riesgo de neumonía, agregó la agencia.

Si está buscando ayuda para distinguir los síntomas de un resfrío común y de algo más grave, Johns Hopkins Medicine ofrece una cartilla sobre enfermedades respiratorias.

  • Resfrío común: Causado por más de 200 virus, incluido rinovirus, normalmente causa congestión, irritación de garganta, tos, escalofríos y fatiga, lo que puede durar de unos pocos días a varias semanas. Los descongestionantes, pastillas para la tos y antihistamínicos pueden ayudar a aliviar los síntomas.
  • Gripe: Causada por virus en constante evolución, la gripe puede incluir síntomas como fiebre, dolor de cuerpo, tos, dolor de cabeza e incluso, diarrea o vómitos. Descansar, tomar líquidos y medicamentos puede aliviar los síntomas, y en algunos casos pueden recetarse medicamentos antivirales, como Tamiflu o Relenza. Los peores síntomas normalmente pasan en tres o cinco días, aunque la tos y la fatiga pueden durar semanas.
  • COVID-19: El COVID-19, transmitido a través del contacto de una persona a otra o por gotas minúsculas transmitidas por el aire durante conversaciones, tos y estornudos, tiene un rango de efectos. Algunas personas tienen pocos síntomas o no presentan ninguno, mientras que otras experimentan dolor de garganta, congestión, fiebre y escalofríos, pierden el sentido del olfato o el gusto, y reportan falta de aire. Casos moderados pueden durar hasta dos semanas y los síntomas posteriores al COVID-19, desde tos hasta fiebre intermitente y debilidad, pueden perdurar semanas o meses. Los tratamientos antivirales pueden reducir la duración y la gravedad del COVID-19, pero deben iniciarse poco después de la infección.