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Los deportes, el ejercicio y los trastornos hemorrágicos: Cómo mantenerse en forma con seguridad

La actividad física es benéfica por varios motivos. Estas son algunas maneras en las que puede mantenerse en forma de manera segura y prosperar al seguir un estilo de vida más sano.
Author: James Langford

Para las personas con trastornos sanguíneos y hemorrágicos hereditarios, es indispensable mantenerse activos. Le ayuda a mantener y recuperar la salud articular, evita problemas de movilidad y le ayuda a mejorar su calidad de vida. Y aunque es verdad que algunas rutinas de ejercicio y deportes pueden ser riesgosos para las personas con trastornos sanguíneos y hemorrágicos hereditarios, permanecer inactivo no es una alternativa más segura.

La clave es aprender a controlar los riesgos que se derivan de los trastornos sanguíneos y hemorrágicos hereditarios, en lugar de tratar de eliminarlos por completo. Para ello, es necesario entender plenamente los síntomas y tratamientos de su trastorno, y luego determinar cuáles deportes y ejercicios disfruta y puede realizar de manera segura.

De acuerdo con el sitio de internet Steps for Living: "el riesgo de lesiones o hemorragias depende de la actividad. Al elegir un deporte o una rutina de ejercicio, es importante que tome en cuenta su tipo de cuerpo, sus antecedentes hemorrágicos y el estado de sus articulaciones. No hay una sola respuesta que sea aplicable a todas las personas".

El acondicionamiento físico inicia en el torso

Mientras más sepa sobre su estado de salud y su cuerpo, más preparado estará para elegir los deportes y ejercicios más apropiados para usted.

Recuerde que, si bien los avances en la profilaxis —tratamientos que pueden prevenir o reducir el riesgo de episodios hemorrágicos– han vuelto más seguras a muchas actividades, una lesión física aún puede causar una hemorragia, de acuerdo con "Playing It Safe: Bleeding Disorders, Sports and Exercise", una publicación de la Fundación Nacional de Trastornos Hemorrágicos.

Eso significa que es importante planear con anticipación.

"Lo ideal", dicen los autores, "es realizar actividades poco después del tratamiento, cuando el nivel de factor está en su punto más alto".

En general, añaden los autores, la actividad física regular es buena para todos. Sus beneficios van desde el desarrollo de huesos y articulaciones sanas hasta el aumento de la autoestima, aumento del colesterol "bueno" y disminución del peso y la ansiedad.

Mantenerse en forma también reduce el riesgo de sufrir hemorragias espontáneas en las articulaciones, presión arterial alta y otros trastornos.

También puede ayudar a que sus tratamientos para los trastornos hemorrágicos funcionen mejor, de acuerdo con Exercise is Medicine, una iniciativa de salud global administrada por el Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva (ACSM, por sus siglas en inglés).

El ACSM ofrece cuatro consejos para desarrollar un estilo de vida más activo:

  • Haga cosas sencillas. Comience sentándose menos y moviéndose más, por ejemplo, sacando a pasear al perro y subiendo por las escaleras en vez de usar elevadores.
  • Hable antes con su médico sobre su trastorno sanguíneo o hemorrágico hereditario y las maneras en que puede hacer ejercicio de manera segura.
  • Pruebe actividades que no impliquen contacto, como caminatas enérgicas, natación y taichí.
  • Haga ejercicio con un amigo.

Cuando haya comenzado, la constancia y la continuidad son las claves del éxito.

Recuerde: "la actividad aeróbica moderada durante 30 minutos al día le dará mejores resultados a largo plazo que hacer ejercicio por más tiempo solamente una vez a la semana", de acuerdo con Steps for Living. Al desarrollar los músculos de la parte baja del torso —abdominales, región lumbar, caderas y pelvis— "desarrolla fuerza, equilibrio y estabilidad, y adquiere un mejor control de su cuerpo".

Maneras de estar saludable y cuidarse

Las actividades que suelen ser más seguras para las personas con trastornos sanguíneos y hemorrágicos hereditarios incluyen la arquería, las máquinas elípticas y bicicletas estacionarias, el frisbee, el excursionismo y el buceo con tubo, de acuerdo con "Playing It Safe".

Las opciones con riesgo moderado incluyen aeróbics, baile, kickboxing con cardio y patinaje sobre ruedas. Las actividades peligrosas incluyen el fútbol americano, hockey, escalada de rocas en exteriores, carreras de motocicletas y levantamiento de pesas.

Las consideraciones sobre la preparación y la seguridad generalmente varían con la edad, de acuerdo con "Playing It Safe" y Hemophilia of Georgia, que ofrecen los siguientes lineamientos:

Para niños y adolescentes

  • Darles a los niños la oportunidad de participar en deportes cuando es posible ayuda a garantizar que hagan el ejercicio que necesitan para desarrollar sistemas musculoesqueléticos fuertes, que los estudios demuestran que pueden evitar episodios hemorrágicos espontáneos.
  • Si le preocupa que los episodios hemorrágicos impidan que su hijo o hija participe, anímelos a escoger los deportes en los que tengan mayores probabilidades de éxito.
  • Si su hijo o hija tiene hemofilia, tome en cuenta la cantidad de daño que pueden haber sufrido sus articulaciones o músculos. Por ejemplo, una persona que tenga artritis en el codo probablemente deba evitar el tenis.
  • Tome en cuenta la cantidad de contacto corporal que exige el deporte.
  • Recuerde que los deportes como el fútbol soccer y el baloncesto son divertidos y seguros para los niños pequeños, pero pueden volverse más competitivos y riesgosos cuando los niños crecen.
  • Sin importar qué deporte elija su hijo o hija, asegúrese de tener factor de coagulación y atención de emergencia cerca, en caso de lesión.

Para adultos

  • Piense en cómo responden sus articulaciones al tratamiento. Por ejemplo, si ha sufrido hemorragias espontáneas en los tobillos, la natación podría ser una mejor opción que el trote.
  • Aunque son menos competitivos que los deportes organizados, los partidos casuales pueden tener menos acceso a equipo de protección.
  • Puede probar varios deportes o ejercicios antes de encontrar el correcto, y podría lesionarse ocasionalmente en cualquiera de ellos, pero aun así los beneficios superan a los riesgos.
  • Los deportes de bajo contacto, como la natación o el golf, tienen menos probabilidades de causar lesiones y son más seguros para la mayoría de las personas con trastornos sanguíneos y hemorrágicos hereditarios.
  • Sin importar lo que haga, asegúrese de tener factor de coagulación y atención de emergencia cerca, en caso de lesión.

Con un poco de investigación y planificación previa, puede prepararse para hacer ejercicio con seguridad y eficacia.

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