Si se siente deprimida durante el invierno, cuando los días son más cortos y está expuesta a menos luz solar que en otras épocas del año, no está sola: algunas personas son susceptibles al Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una forma de trastorno depresivo mayor que empeora en los meses más fríos y oscuros y disminuye durante las estaciones más cálidas y soleadas. La afección puede dificultarle hacer frente a su trastorno hemorrágico o apegarse a su plan de tratamiento.
“Eso podría exacerbar la capacidad y los medios para cuidarse y asegurarse de que está haciendo todo lo que tiene hacer, asegurándose de ir a sus citas o tomar su medicamento como se lo recetaron y de estar prestando atención a cualquier sangrado”, dice Jessica Wulf, LMSW, trabajadora social médica en Western New York BloodCare en Buffalo, Nueva York. “Debe asegurarse de ponerse en contacto con su médico y cuidar de usted misma”.
Debido a que el TAE es parte de la depresión, puede sentirse deprimida o desesperada, perder el interés en actividades que normalmente disfruta o tener menos energía de lo habitual. También puede tener síntomas específicos del TAE, como quedarse en la cama más de lo normal, antojos de carbohidratos, aumentar de peso y socializar con menos frecuencia.
“Es más fácil cancelar planes y tal vez no comprometerse con algo debido al clima”, dice Wulf. “Creo que es más fácil para la gente decir: ‘Oh, es un día tan feo afuera’ o ‘Con este clima, no sé si debería ir’”.
¿Cuáles son los factores de riesgo para el TAE?
Los factores de riesgo para el TAE incluyen antecedentes personales o familiares de depresión y vivir en un estado del norte, donde las noches de invierno son más largas que en las latitudes del sur. “Especialmente en nuestra área occidental de Nueva York, hay muchas nevadas o temperaturas súper frías o hielo”, dice Wulf. “Simplemente hace que sea aún más difícil físicamente y luego mentalmente”.
Si se siente deprimida este invierno, informe a su médico de atención primaria o a un proveedor de atención médica en su centro de tratamiento para la hemofilia (hemophilia treatment center, HTC). “Si tiene una muy buena relación con su enfermera de HTC o hematólogo, no tenga miedo de comenzar por allí”, dice Wulf.
¿Cuál es el mejor tratamiento para el TAE?
Los tratamientos estándar para el TAE incluyen medicamentos, terapia cognitivo-conductual y terapia de luz. Para que la terapia de luz sea efectiva, es importante usar la luz a la misma hora todas las mañanas (incluidos los fines de semana) dentro del cabo de una hora de despertarse. La distancia a la que se sienta la luz varía según el producto, así que asegúrese de verificar las especificaciones. Las cajas de terapia de luz cuestan entre $35 y $300.
A veces, los proveedores de atención médica recomiendan suplementos de vitamina D, aunque se necesita más investigación para demostrar si son efectivos. Su médico también puede pedirle que haga ejercicio regularmente, lo que puede mejorar su estado de ánimo y minimizar las complicaciones de su trastorno hemorrágico.
“Si está sentada en casa y es sedentaria, eso a veces puede exacerbar los problemas en las articulaciones”, dice Wulf. “Mucha gente camina por centros comerciales o lugares cerrados. (Tendrá) más energía y se sentirá mejor consigo misma”.