Cuando las personas con hemofilia presentan un inhibidor (alrededor de 1/3 a 1/5 de las personas con hemofilia A grave y del 1 % al 4 % de las personas con hemofilia B grave), el tratamiento se vuelve más desafiante. Un inhibidor es una respuesta del sistema inmunitario a concentrados de factores de coagulación administrados por infusión, lo cual hace ineficaz la terapia de reemplazo estándar.
Dicho esto, todavía existen tratamientos para quienes presentan inhibidores, entre ellos, la plasmaféresis (que se pronuncia plas-ma-fé-re-sis) y el recambio plasmático terapéutico. Algunas personas pueden pensar que son lo mismo, pero existen diferencias clave entre estos dos tratamientos similares.
Como señala la compañía de seguros Aetna, “los términos plasmaféresis (plasmapheresis, PP) y recambio plasmático (plasma exchange, PE) a menudo se usan indistintamente, pero cuando se usan de forma correcta, denotan procedimientos diferentes”.
¿Qué es la plasmaféresis?
La plasmaféresis es un tratamiento que consiste en separar la parte líquida de la sangre, o plasma, de los glóbulos. Posteriormente, el plasma suele reemplazarse con otra solución, como solución salina o albúmina, o se trata el plasma y después se devuelve al cuerpo. La plasmaféresis se usa en trastornos autoinmunes, como la hemofilia, que hace que las defensas naturales del cuerpo no puedan distinguir entre sus propias células y las células extrañas y esto provoca que el cuerpo ataque, por error, a las células normales. La plasmaféresis puede detener este proceso eliminando el plasma que contiene los anticuerpos y reemplazándolo por plasma nuevo.
El primer paso del tratamiento implica extraer la sangre completa del paciente. Luego, la sangre extraída se coloca en una máquina de plasmaféresis, un centrifugador que gira rápidamente para separar el plasma de los glóbulos sanguíneos.
“Naturalmente el plasma es más liviano que muchos otros componentes, así que tiende a subir durante el proceso”, indica Healthline. “La máquina conserva el plasma y devuelve los otros componentes, como los glóbulos rojos, al cuerpo”.
La plasmaféresis se ha usado como tratamiento eficaz para la hemofilia A adquirida
“Los hallazgos de nuestro caso sugirieron que el recambio plasmático es un método eficaz para eliminar el inhibidor del factor VIII y aliviar la gravedad de la hemofilia A adquirida”, indica un estudio. El mismo estudio descubrió que el uso del recambio plasmático para el tratamiento de la hemofilia A adquirida es beneficioso de varias maneras, una de las cuales es que previene complicaciones como infecciones causadas por la inmunosupresión excesiva en pacientes de edad avanzada.
¿Qué es el recambio plasmático terapéutico?
El recambio plasmático terapéutico es similar, ya que también implica la eliminación del plasma con anticuerpos dañinos del torrente sanguíneo. Sin embargo, la plasmaféresis incluye la manipulación del plasma una vez que se separa y la devolución al cuerpo, mientras que el recambio plasmático terapéutico consta en desechar el plasma por completo y sustituirlo por un líquido de reemplazo (generalmente plasma de donantes o solución de albúmina).
El recambio plasmático terapéutico se usa para tratar ciertas enfermedades sanguíneas, neurológicas y autoinmunes, como la púrpura trombocitopénica trombótica, el síndrome de Guillain-Barré, la esclerosis múltiple, la polirradiculoneuropatía desmielinizante inflamatoria crónica, el síndrome de Lambert-Eaton, la miastenia grave y algunas enfermedades renales como el síndrome de Goodpasture. Los informes indican que el recambio plasmático terapéutico es un procedimiento casi indoloro y los efectos secundarios graves son poco frecuentes.