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Cómo los adultos jóvenes con trastornos hemorrágicos pueden afrontar las adversidades laborales y profesionales

Consejos de una trabajadora social para afrontar el incierto panorama laboral actual.
Author: Por Andrea Atkins

Apenas unos meses antes de graduarse en Psicología y Biología en la universidad de Northeastern, a Shanthi Hegde le entusiasmaba tener la oportunidad de trabajar como asistente de investigación posuniversitaria en los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Pero fue en ese momento que cambió la administración en Washington, se produjeron recortes presupuestarios y la oferta laboral de Hegde quedó en suspenso debido al desfinanciamiento de los programas posuniversitarios subvencionados por los NIH.

Para Hegde, que padece tanto la enfermedad de von Willebrand como la deficiencia del factor VII, la experiencia fue muy desalentadora. “Como recién graduada, la situación ha sido muy difícil, sobre todo la inserción en este mercado laboral”, afirma.

Hegde no es la única. El panorama laboral está cambiando y muchos puestos que, en el pasado estaban destinados a principiantes, están siendo reemplazados por la inteligencia artificial. Muchos recién graduados quizá se vean en la obligación de ampliar su tiempo de búsqueda e incluso de replantearse sus anhelos profesionales. Hegde tenía previsto trabajar en un laboratorio, pero sus enfermedades crónicas le han impedido trabajar a tiempo completo. Ahora, espera conseguir un trabajo a distancia o híbrido en el ámbito de la defensa de los derechos de los pacientes. “Es una situación realmente difícil”, afirma.

Adaptar los sueños profesionales 

La búsqueda de empleo puede ser agotadora desde el punto de vista psicológico, afirma Jessica Selingo (LSW), trabajadora social médica del Centro de Hemofilia y Trombosis de la Fundación Cardeza en Filadelfia. “Afecta la autoestima. Uno se pregunta: '¿Por qué no soy lo suficientemente bueno?'”.

Selingo asesora a personas en busca de trabajo para que continúen siendo pacientes consigo mismas y con la situación, y para que no desfallezcan en el proceso. Aquí hay otros consejos:

  1. No se limite. Si una oferta laboral requiere de uno a dos años de experiencia, postúlese de todos modos. “Lo peor que pueden decir es 'No'”, afirma Selingo. 
  2. Adapte su currículum a la oferta de trabajo. “Probablemente, la empresa pase su currículum por un software para determinar si contiene palabras que coincidan con la descripción”, explica. Modifique el suyo con el fin de incluir esas palabras.
  3. Busque un mentor. Hegde ha encontrado a muchas personas dispuestas a ayudarla. “Son personas con las que voy a establecer vínculos, son amables y están dispuestas a ayudar”, afirma.
  4. Tenga una entrevista exitosa. Si recibe una invitación a una entrevista, lleve consigo su pasión y determinación, y deje en claro que está dispuesto a aprender sobre la marcha, afirma Selingo.
  5. Tenga en cuenta el entorno de trabajo. Si padece un trastorno hemorrágico, el lugar donde trabaja es tan importante como el trabajo en sí, asegura Selingo. “Pregúntese: '¿Qué representa esta empresa, y me apoyará?'”, dice.
  6. Busque apoyo en su centro para el tratamiento de la hemofilia. Los trabajadores sociales, como Selingo, están dispuestos a ayudarlo con todo tipo de cuestiones, incluida la búsqueda de empleo y el manejo de su afección una vez que comience a trabajar. “He hablado con Recursos Humanos en nombre de los pacientes, he escrito cartas en representación de ellos y he defendido sus derechos. Nadie debería tener que enfrentarse a esto por su cuenta”.