New Hemophilia Treatments: Subcutaneous Injection

Nuevos tratamientos de hemofilia: Inyección subcutánea

Los primeros resultados aportan la posibilidad de transformar el tratamiento de los trastornos hemorrágicos
Author: Sarah M. Aldridge, MS
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Pincharse la vena o la de un aterrado niño pequeño no es la forma ideal de administrar el factor. Además de la fobia a las agujas y del dolor, hay otros posibles problemas. Uno de ellos es la incomodidad y el costo. Y luego está el hecho de que solo la mitad de los adultos cumplen el tratamiento profiláctico.

Si alguna vez se preguntó si hay una mejor manera de administrar el factor, usted no es la única persona con esta duda. Los investigadores están descubriendo que un modo podría ser la piel, y son optimistas respecto de los ensayos clínicos con humanos hasta la fecha.

¿Qué es la inyección subcutánea?

Las inyecciones subcutáneas atraviesan la capa superficial llamada piel, compuesta por la epidermis y la dermis. Al haber unos pocos receptores sensoriales debajo de la piel, las inyecciones son casi indoloras. Los lugares comunes incluyen brazos y glúteos. Algunas vacunas o medicamentos, como la insulina, ya se administran de esta forma.

Hasta ahora, Alnylam Pharmaceuticals, Inc., con sede en Cambridge, Massachusetts, y Chugai Pharmaceutical Co., Ltd., de Tokio, tuvieron resultados prometedores en estudios de fase 1 y 2 con productos subcutáneos para tratar la hemofilia. Ambas compañías presentaron sus hallazgos en el Congreso Mundial de la Federación Mundial de Hemofilia en julio de 2016 en Orlando, Florida. Y ambas usan diferentes estrategias para lograr el objetivo de la hemostasia, que se detenga el sangrado después de una lesión y la prevención de hemorragias.

Cómo funcionan

El producto de Alnylam se llama fitusirán o ALN-AT3. AT representa a la antitrombina, una proteína producida por el hígado para prevenir los coágulos. El fitusirán es una molécula de ARN interferente (ARNi). Apaga o silencia la actividad del ARN que normalmente provoca la producción de AT. Al presionar el botón Silencio de la AT, aumentan los niveles de trombina, una enzima que ayuda a las plaquetas a aglomerarse, y se inician los pasos para la formación de coágulos.

El producto de Chugai, emicizumab, utiliza un mecanismo diferente. Es un anticuerpo biespecífico, una proteína artificial que combina dos anticuerpos en una molécula. Unifica los factores IXa y X (de ahí, el nombre alternativo ACE910) y cumple la función normal del factor VIII que falta en el proceso de coagulación.

Cómo resultaron

En estos primeros ensayos, los pacientes fueron divididos en grupos y cada uno recibió diferentes dosis de los medicamentos. El fitusirán se administró en forma mensual a personas con hemofilia A o B con inhibidor o sin él. El emicizumab se administró en forma semanal a sujetos con hemofilia A con inhibidor o sin él. La hemorragia se controló bien en la mayor parte de los sujetos en ambos ensayos, con índices de hemorragia anualizada que disminuyeron a 0 en varios de los grupos. No se formaron trombos ni coágulos en los sujetos y no se desarrollaron anticuerpos inhibidores.

Ambas compañías farmacéuticas planean ampliar los ensayos clínicos de estos productos en 2017. Alnylam iniciará un estudio con niños y adolescentes. Chugai probará su producto usando un cronograma de inyecciones mensuales.

Los beneficios de usar tratamientos tan innovadores tienen grandes implicancias, dice la Dra. Margaret Ragni, MPH, profesora de medicina y ciencia traslacional clínica de la División de Hematología/Oncología del centro médico University of Pittsburgh Medical Center. "Vamos a entender mucho más el sistema de coagulación explorando estos nuevos caminos", dice Ragni. Es directora del Hemophilia Center of Western Pennsylvania, uno de los lugares para el ensayo inicial de fitusirán. "Si podemos entender mejor la coagulación, podremos diseñar mejores medicamentos".