La música siempre ha sido una enorme parte de mi vida. Me ha ayudado a superar las épocas más difíciles. Cuando era pequeño y tenían que aplicarme infusiones, que es algo que no le resulta agradable a nadie, y mucho menos a un niño pequeño, mi familia cantaba “Tomorrow” del musical Annie para distraerme del dolor. ¡Y funcionaba! La primera canción que mi mamá me enseñó en el teclado fue “Lean on Me”, que se convirtió en la canción a la que acudía siempre que sentía dolor al crecer. Sabía que siempre podría contar con mi mamá y mi familia cuando no me sentía fuerte, que es exactamente lo que decía la letra.
Somos siete hijos en mi familia, entre 12 y 24 años de edad (yo tengo 20), y cuatro de nosotros tenemos hemofilia A grave, así que siempre ha sido parte de nuestras vidas. Tuve un hermano que murió de complicaciones hemorrágicas antes de que yo naciera.
Todos mis hermanos y yo tocamos algún instrumento o cantamos, y tres de nosotros nos presentamos todos los domingos en la iglesia Hazel Crest Assembly Church, en Country Club Hills, Illinois. Yo toco el órgano, Daivion, que tiene 16 años, toca el bajo, y Trevon, que tiene 12 años, toca el teclado. La música es muy poderosa porque toco sin importar cómo me siento. Incluso si siento dolor, la música me hacer sentir positivo.
El año pasado hice una audición para el programa de televisión The Voice. Llegué a la segunda audición con los productores, y ahora está pendiente. Quisiera que América vea que la hemofilia no tiene que detenerte. Pero no importa lo que deba ocurrir, yo estaré bien.
Considero que crecer con hemofilia es una bendición. No quiero decir que no haya sido difícil. Siempre supe que era diferente de otros niños, y eso era difícil. No podía participar en muchos deportes por miedo de una hemorragia, y con mucha frecuencia tenía dolor por hemorragias internas. Hice atletismo en la preparatoria, y después de sufrir una lesión seria en el tobillo mi entrenador me dio mucho apoyo, siempre diciendo que un paso lento y seguro es el mejor paso. No creo que hubiera aprendido esa lección de otra manera. A lo largo de los años he llegado a aceptar que mis fortalezas y mis desafíos me hacen quien soy.
Ahora que estoy tratando de entrar en la industria de la música, la hemofilia me mantiene motivado. Ya he pasado por tantas cosas, tanto física como mentalmente, que no hay nada que pueda pasarme que no pueda manejar.
Actualmente estoy en la universidad, estudiando música e interpretación. A fin de cuentas quiero ser un artista y tocar para todo el mundo. También quisiera iniciar mi propia fundación y convertirme en una voz por quienes tienen trastornos hemorrágicos. Puedes hacer cualquier cosa en la que te concentres. Quisiera ayudar a todos a entender que lo que tienen no es una debilidad o algo que los detenga, sino un símbolo de que son únicos.