Para los niños pequeños, su primer diente flojo es una señal segura de que han alcanzado oficialmente el estatus de niños grandes. Sin embargo, para los padres con hijos con trastornos hemorrágicos, la posibilidad de una hemorragia es una preocupación. Los siguientes aspectos básicos pueden ayudar a aliviar las preocupaciones de los padres.
Deje que el diente se caiga cuando esté listo.
Por más tentador que resulte terminar de aflojar un diente flojo para ayudarlo a caer, lo mejor es no tocarlo. “Aliento a los niños y padres a que permitan que el diente se afloje y se caiga por sí solo”, explica Karen Ridley, Maestría en Ciencias en Higiene Dental (Master of Science in Dental Hygiene, MSDH), Directora de Higiene Dental de la Escuela de Odontología de Ann Arbor en la Universidad de Michigan y funcionaria del Centro para el Tratamiento de la Hemofilia (Hemophilia Treatment Center, HTC) de la Universidad de Michigan. “La hemorragia ocurre cuando se saca el diente antes de que la raíz se haya reabsorbido, por lo que el tejido alrededor del diente se desgarra. Cuando no se toca, el diente permanente que emerge ejerce presión sobre el área, por lo que es poco común que ocurra una hemorragia significativa”.
Esté atento después de que se caiga el diente.
Ridley recomienda actividades tranquilas y calmadas después de que se haya desprendido el diente y se haya guardado para el hada de los dientes. Durante ese momento, el niño debe morder firmemente un pequeño pedazo de gasa por varios minutos. Para evitar hemorragias durante los próximos días, indíquele a su hijo que evite tocar el área en donde se cayó el diente al momento de lavarse los dientes y dele de comer alimentos suaves y fríos.
Si ocurre un sagrado...
“Si se presenta alguna supuración molesta, humedezca una gasa con un poco de Amicar y pídale al niño que la muerda varias veces. Si no tiene a la mano Amicar líquido, triture una pastilla, prepare una pasta húmeda y aplíquela a la gasa para que el niño la muerda”, indica Ridley.
Otros consejos para manejar la hemorragia por la pérdida de un diente incluyen:
- Pedirle a su hijo que muerda suavemente un bolsa humedecida de té negro o verde. Las hojas de té contienen ácido tánico, que hace que los vasos sanguíneos se contraigan y permitan la formación del coágulo.
- No deje que su hijo se enjuague la boca. El movimiento del agua dentro de la boca puede interrumpir la formación de coágulos.
- Si después de seguir estos consejos continúa la hemorragia por más de dos horas, consulte al equipo de cuidados del centro de tratamiento de hemofilia (HTC) de su hijo.
Esté preparado.
A su hijo podría caérsele el diente mientras está en casa, donde usted tiene todos los suministros necesarios a la mano. Si algún diente parece estar casi listo para caerse y usted no va a estar en casa, asegúrese de llevar consigo un poco de gasa y Amicar antes de irse. También es buena idea asegurarse de que la escuela tenga estos suministros a la mano y que tanto los maestros como la enfermera en la escuela estén al tanto de lo que deben hacer en caso de que a su hijo se le caiga el diente durante un día de clases.
Para obtener más consejos e información sobre la higiene dental, incluyendo cómo cuidar adecuadamente los dientes de leche, consulte la sección Primer paso de “Pasos para la vida” de la NHF”.