Entre las muchas cosas que los padres quieren que sus hijas hereden, el trastorno hemorrágico no es una de ellas. Un papá puede tener muchas emociones y reacciones al diagnóstico de su hija, que van desde la ansiedad y el miedo hasta la culpa y la aflicción. Sin embargo, los padres que comparten un trastorno hemorrágico con sus hijas desempeñan una función importante en sus vidas, dice Michael W. Austin, PhD., jefe del Departamento de Filosofía y Religión en la Universidad de Eastern Kentucky en Richmond, quien además coeditó el libro Fatherhood—Philosophy for Everyone: The Dao of Daddy (Wiley-Blackwell, 2011).
Según Austin, a medida que los padres afrontan sus propios problemas e inconvenientes de salud, pueden inspirar a sus hijas a hacer lo mismo. Afirma: “algunas veces, se trata de decir: sí, realmente apesta, pero hay algunas formas de sobrellevarlo y lidiar con esto”.
A continuación le presentamos cinco formas en que los padres pueden brindar apoyo y amor a sus hijas que padecen un trastorno hemorrágico.
- Tenga una actitud abierta y sea honesto respecto a los trastornos hemorrágicos
Steve Tejiram, un agente inmobiliario de Valrico, Florida, tiene hemofilia A, al igual que su hija, Amelia. Desde muy pequeña, Amelia veía a su papá prepararse para las infusiones, lo ayudaba a abrir los suministros y le hacía preguntas. “Siempre fue muy curiosa y quería saber qué estaba haciendo”, dice Steve. Por su parte, Amelia dice: “Él era muy abierto al compartir información relacionada con su trastorno hemorrágico”.
Al enseñar a ser abiertos, vivir la vida con honestidad, integridad y transparencia, y admitir los errores y fracasos, un papá puede enseñar a su hija a vencer sus propias tormentas. Luego, cuando ella navegue por aguas agitadas, su padre puede estar a su lado, mostrando empatía y apoyo.
- No la reprima
Decidir cuándo mantenerse en la lucha y cuándo retirarse es un acto de equilibrio para los padres que tienen hijas que padecen trastornos hemorrágicos. “Déjela explorar; no le impida realizar cualquier actividad”, dice Steve. Amelia dice que ella contó con el apoyo de su padre cuando era tan solo una niña. “Me alentaba a correr, a practicar deportes y a mantenerme saludable”, dice. Ahora que ya es mayor, aún cuenta con ese apoyo.
- Hágale saber que usted la valora
Los padres ayudan a moldear la autoestima de sus hijas, su imagen de sí mismas y su confianza. “Comuníquele de forma clara que usted la valora por la persona que es, no por sus logros”, dice Austin. De esta forma le demuestra que usted la valora y la ama sencillamente por ser su hija. “Debido a que esa situación no puede cambiar nunca, su amor tampoco cambiará”.
- No permita que la culpa lo consuma
Austin opina que, si bien sentir culpa es una reacción natural al transmitir un trastorno hemorrágico, también se basa en falsas creencias. Afirma: “Usted no eligió padecer esta enfermedad y tampoco se la causó a su hija de forma intencional”. Más bien concéntrese en la experiencia que comparten. “Dígale a su hija que usted se siente mal por ello, pero también háblele de la forma de lidiar con la enfermedad. Apóyela”.
- Escuche
Dedique un poco de tiempo para permitir a su hija drenar y expresar sus sentimientos. “Ella pensará: mi papá me escucha. Se preocupa por lo que pienso y siento”, dice Austin. Según él, el simple acto de escuchar representa una de las mejores maneras de demostrarle a su hija que la ama.