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7 Cosas que saber sobre la Amigdalectomía y la Adenoidectomía en niños con Trastornos Hemorrágicos

La cirugía puede ayudar a muchos niños, pero se requiere cuidado y precaución
Author: Ian Landau
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Según la Academia Americana de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello (American Academy of Otolaryngology-Head and Neck Surgery, AAO-HNS), el número de amigdalectomías realizadas en Estados Unidos ha disminuido constantemente desde la década de los 70, cuando era casi un rito de paso para los niños estadounidenses. Aun así, la amigdalectomía sigue siendo una de las cirugías infantiles más comunes en Estados Unidos, con aproximadamente 289,000 procedimientos realizados anualmente en niños menores de 15 años. Los niños con trastornos hemorrágicos no son más propensos que los niños no afectados a la extracción quirúrgica de sus amígdalas o adenoides. Pero, para aquellos que sí lo son, así como con cualquier cirugía, se necesita una planificación anticipada muy meticulosa.

A continuación se presentan algunos datos básicos y consideraciones importantes

¿Qué son las amígdalas y las adenoides?

Las amígdalas y las adenoides son pequeños órganos linfoides que hacen parte del sistema inmunitario. Ayudan atrapar bacterias y virus dañinos que ingresan al cuerpo a través de la boca o la nariz. Las amígdalas están ubicadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta. Las adenoides, que son visibles solo con instrumentos médicos especiales, están detrás de la nariz y en el techo de la boca.

¿Qué pasa con las amígdalas y las adenoides?

Pueden infectarse y doler. Estas afecciones se conocen como amigdalitis y adenoiditis. En muchos casos en los que se requiere cirugía, se extraen tanto las amígdalas como las adenoides. Sin embargo, a veces solo se necesita eliminar uno de estos grupos.

Síntomas de la amigdalitis y la adenoiditis.

Los principales síntomas son dolor de garganta frecuente causado por estreptococo recurrente u otras infecciones y problemas respiratorios, incluyendo la apnea del sueño. Las adenoides agrandadas o infectadas también pueden ocasionar pérdida de la audición por el líquido que queda atrapado en las trompas de Eustaquio, que conectan la nariz y los oídos.

Cuándo ver al médico.

El dolor de garganta y la dificultad para comer, beber o tragar son signos de que debe ir al médico. Además, busque atención para los constantes problemas de sueño, incluidos los ronquidos y la sospecha de apnea del sueño. Su médico puede indicar un estudio del sueño para determinar si su hijo tiene apnea del sueño.

Decidir sobre la cirugía.

En febrero, la AAO-HNS emitió unas guías actualizadas para los médicos sobre amigdalectomía en niños. Mientras que los cambios más importantes se relacionan con los medicamentos (es decir, los niños que se someten a una amigdalectomía no deben recibir antibióticos durante la cirugía y los niños menores de 12 años no deben tomar ningún medicamento que contenga codeína después de la cirugía), las directrices abogan fuertemente por un enfoque de espera vigilante antes de elegir someterse a una cirugía, incluso para los niños que tienen infecciones recurrentes. La espera vigilante podría incluir el tratamiento con antibióticos u otros medicamentos.

Riesgos para niños con hemofilia, enfermedad de von Willebrand y otros trastornos hemorrágicos.

La principal complicación de la adenoidectomía en niños con trastornos hemorrágicos es el sangrado. Se deben tomar precauciones especiales para controlar el sangrado antes, durante y después de la cirugía. El Hematólogo Pediátrico en su centro de tratamiento de hemofilia debe coordinar con el Otorrinolaringólogo Pediátrico (oído, nariz y garganta o especialista en ORL) para diseñar un plan de tratamiento adaptado a su hijo. El plan puede incluir dosis adicionales del factor que rodea la cirugía. De ser posible, un hospital infantil es el mejor lugar para que un niño con trastorno hemorrágico se someta a una cirugía de amígdalas o adenoides.

Después de la cirugía.

Después de que se extraen las adenoides y las amígdalas, los niños deben comer alimentos fáciles de tragar tales como huevos revueltos, compota de manzana, pudín y gelatina. Tampoco se alienta a los niños a estar muy activos. Además de estos factores, los médicos pueden recetar un medicamento antifibrinolítico que promueve la coagulación de la sangre en la boca, como Amicar, para ayudar a sanar la herida.

 

Más información:

• Conozca más de la amigdalitis y la adenoiditis en el sitio web ENThealth de la Academia Americana de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello

• Lea las actualizaciones de la Guía Práctica Clínica de la Academia Americana de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello: Amigdalectomía en Niños

 

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