Los estadounidenses recibimos muchos mensajes sobre el rol del ejercicio en nuestra salud. Nos dicen que puede fortalecer nuestros corazones, reducir nuestras cinturas y proteger nuestras articulaciones. Y si bien esos mensajes son ciertos, pueden dejarnos con la sensación de que el ejercicio es una obligación, una tarea, un trabajo, y eso puede desalentarnos de perseverar y cosechar sus beneficios.
Pero puede quitarle el "trabajo" a sus rutinas al redefinir lo que el ejercicio significa para usted. Para comenzar, recuerde su infancia.
"La mayoría de los niños tienen una relación con el movimiento que inicia con alegría", dice Leslie Bloch, LCSW-R, una psicoterapeuta de New York y cofundadora del Full Bloom Project, que promueve la crianza de hijos con una imagen corporal positiva. "Los niños pequeños se mueven jugando, explorando".
Sin embargo, cuando crecemos, con frecuencia eso cambia. Los deportes escolares con frecuencia dejan de ser una manera de convivir con amigos y simplemente jugar, y se convierten en una competencia, dice Bloch. "Los niños tienden a dejarlos cuando ya no son divertidos", dice.
Esa lección, que se aprende a temprana edad, nos acompaña en la edad adulta. Somos muy serios para registrar los pasos que damos, las calorías que quemamos, los minutos que pasamos en la escaladora. Y eso conlleva poca diversión o alegría. El antídoto de Bloch: Olvídese del ejercicio como lo entiende ahora, y enfóquese en el movimiento.
"Reconéctese con el hecho de que el movimiento es aceptable para todos los diferentes tipos de cuerpos y de todas las maneras diferentes", dice Bloch. "Después salga a explorar para encontrar los tipos de movimiento que le gustan. Al probar diferentes cosas, pregúntese si es algo que le divierte". Podría ser algo tan simple como caminar en el parque, bailar, jugar golf o remar en un kayak. En pocas palabras, si la escaladora es lo que más odia, dese permiso de no usarla.
Por supuesto, ajuste sus movimientos a las cosas que puede hacer de manera segura. Como con cualquier ejercicio nuevo, consulte primero a su equipo médico para asegurarse de que es apropiado para usted y para determinar si necesita preparativos o modificaciones especiales. Por ejemplo, si le encanta el excursionismo, probablemente necesitará calzado apropiado y quizá un ajuste preventivo al momento de su tratamiento con factor, por si ocurre una caída. Una vez que encuentre actividades apropiadas que lo inspiren a moverse, debería resultarle más fácil convertir el movimiento saludable en parte regular de su rutina. Esa constancia es esencial para su estado general de salud.
Bloch anima a las personas a incluir a amigos, para añadir un elemento social y aumentar la diversión. Si quiere bailar y no tiene pareja, inscríbase a una clase. También recomienda estar al aire libre tanto como sea posible, para ayudarle a recuperar la sensación de libertad y juego que los niños tienen naturalmente cuando retozan afuera. Encuentre un campo en el que pueda correr, especialmente si tiene niños, dice, o deambule por los senderos y caminos de un parque cercano.
Si no sabe por dónde empezar, haga una lluvia de ideas. Haga una lista de diferentes tipos de movimiento: montar en bicicleta, hacer jardinería, chapotear en una piscina, perseguir a sus niños en un juego de "tú la traes", jugar tenis de mesa, hacer una búsqueda del tesoro. Ponga una marca al lado de cada actividad que quiera probar.
"La mayoría de las personas saben lo que les resulta atractivo, pero si es algo que les gusta hacer, a menudo sienten que no cuenta" como ejercicio, dice Bloch. "Si es movimiento, cuenta, así que dese permiso de hacerlo y avance desde ahí. Disfrute el proceso de mover su cuerpo".