Un movimiento creciente que tiene como objetivo desestigmatizar la menstruación, educar mejor a las niñas y mujeres sobre los períodos y proporcionar los productos de higiene menstrual necesarios a todas las personas que los necesitan. Las mujeres con trastornos hemorrágicos, que a menudo tienen sangrado menstrual abundante (menorragia) y otras complicaciones menstruales, están muy familiarizadas con estos problemas y, por lo tanto, muchas se han unido a este “movimiento menstrual”.
Participar en la cruzada para finalizar el estigma del período y promover la equidad del período no es complicado. De hecho, puede ser tan fácil como hacer una fiesta.
Derribando tabúes
Para muchas mujeres, reconocer el hecho biológico de su período es una cosa, pero hablar de ello abiertamente es otra muy distinta. Durante generaciones, la menstruación a menudo ha sido un asunto reservado y secreto, plagado de tabúes y creencias equivocadas. Esta falta de educación y apertura puede afectar la salud mental y física de las mujeres y las niñas.
Un tema común que se escucha entre las mujeres con trastornos hemorrágicos, por ejemplo, es que no sabían si su sangrado menstrual abundante era normal o no, incluso si tenían parientes femeninas que experimentaron síntomas similares. Y debido al estigma asociado a discutir sus períodos, muchas se sintieron confundidas y preocupadas.
Celebra una fiesta del período
Ahora las mujeres están dejando de lado el secretismo y el estigma de los períodos y comparten sus experiencias en las llamadas “fiestas del período”. La Fundación Nacional de Hemofilia (National Hemophilia Foundation, NHF) organizó una de esas reuniones en su 71ra Conferencia de Trastornos Hemorrágicos en Anaheim, California, en 2019.
En la sesión de la conferencia de la fiesta del período, los asistentes discutieron el estigma social en torno a la menstruación, así como los problemas de equidad del período, como el fácil acceso a tampones y toallas femeninas y el hecho de que 33 estados aún cobran impuestos sobre las ventas de estos y otros productos relacionados con el período. La discusión tuvo lugar cuando los asistentes a la conferencia recogieron suministros menstruales donados para su entrega a la Grandma’s House of Hope, una organización sin fines de lucro del Condado de Orange que combate la falta de vivienda, la pobreza y el hambre.
Puede organizar su propia fiesta del período y marcar la diferencia en la vida de los asistentes, así como de las niñas y mujeres de su comunidad en general. Una fiesta del período puede ser una pequeña reunión de amigos y familiares, que puede alentar a los asistentes a compartir sus historias, o una reunión más grande. Una idea es abordar su división de NHF sobre la organización de un evento, uno que combine atraer más atención a los trastornos hemorrágicos en mujeres con un elemento de servicio social. O si su división organiza un retiro o conferencia de mujeres, hable con los organizadores para agregar una fiesta del período al programa.
Una fiesta del período exitosa no tiene que ser complicada. Pida a los invitados que traigan cajas de tampones, protectores, cobertores, toallitas femenina y bolsas de plástico con cierre grandes. Los asistentes a la fiesta pueden empacar suministros para donar a los refugios para mujeres del área, así como a las escuelas que necesitan ayuda para abastecer los baños y la oficina de la enfermera. Si necesita ayuda para encontrar un refugio para donar, The Homeless Period Project, una organización sin fines de lucro con sede en Greenville, Carolina del Sur, enfocada en proporcionar productos de higiene menstrual a mujeres que viven en refugios y en la calle, ayudará con gusto.
Otro recurso para obtener más información sobre los problemas de equidad del período y los efectos de la pobreza en la salud menstrual de las mujeres es Period sin fines de lucro. Fundada en 2014 por dos estudiantes de secundaria, Period distribuye suministros menstruales en todo el país a través de más de 600 divisiones. Como dice Period en su sitio web, “Los períodos hacen posible la vida humana y, sin embargo, aún hoy, la higiene menstrual básica se considera un lujo”.