Olvídese del Año Nuevo, cualquier momento es bueno para tomar la decisión de ponerse en forma. Como ha escuchado una y otra vez (y otra vez...), el ejercicio regular tiene numerosos beneficios para la salud, que van desde la reducción del riesgo de un ataque al corazón, un accidente cerebrovascular, cáncer y diabetes hasta una mejor memoria y función cerebral en general. El ejercicio también fortalece los músculos y los huesos, proporcionando un mejor soporte articular, lo cual es fundamental para las personas con trastornos hemorrágicos de cualquier edad, ya que músculos y huesos más fuertes ayudan a prevenir las hemorragias y a recuperarse más rápidamente de ellas. Así que, bien por usted por ponerse activo. El truco ahora es mantenerse motivado para que el ejercicio se convierta en un hábito regular y no recaiga en la inactividad. Los siguientes consejos e ideas pueden ayudar a mantener su rutina de ejercicios divertida y cada vez menos rutinaria:
Tómelo con calma y firmeza
Incluso si se siente súper motivado en los primeros días de un nuevo régimen de ejercicios, no se precipite demasiado rápido. A medida que aumenta su actividad, no quiere lesionarse ni aumentar el riesgo de hemorragia, lo que lo obligará a quedarse al margen durante un tiempo. Segundo, tratar de hacer demasiadas cosas demasiado pronto es una buena manera de quemarse mentalmente. Es mejor frenar un poco las cosas y mantenerse con mucha energía física y mental para el largo plazo.
Busque un compañero o grupo
Hacer de su entrenamiento un evento social tiene un doble beneficio: cuando entrelaza el ejercicio y la socialización con sus amigos, es más divertido, además es más probable que se apegue a un horario regular cuando sus amigos confían en usted para que aparezca y sude con ellos.
No se limite
Al empezar, es probable que haya elegido una actividad que le llame la atención, ya sea caminar, nadar, montar en bicicleta o hacer un circuito de entrenamiento en el gimnasio. A medida que pasa el tiempo, probar algunas actividades nuevas mantiene las cosas frescas. ¿Cansado de la máquina elíptica? Omítala de vez en cuando y haga yoga, tai chi o una clase de Zumba en su lugar.
Recompénsese
¿Ha hecho 60, 90 y 120 días de ejercicio? Celebre con una cena afuera, o compre ropa o equipo nuevo para hacer ejercicio. Puede parecer superficial, pero si ponerse shorts, camisetas o zapatillas nuevas y brillantes es motivador, considérelo como una inversión que vale la pena en su salud.
Haga seguimiento de su progreso
Esto es particularmente útil después de que la primera oleada de entusiasmo por el ejercicio regular comienza a desaparecer. Ver cuánto ha logrado ya, lo empuja a querer seguir añadiendo a su lista de logros. Lleve un registro de sus entrenamientos en una aplicación de ejercicios en su teléfono inteligente, use un registrador de estado físico o regístrelos en un cuaderno de bitácora.
No sea tan duro consigo mismo
Si descubre que su motivación se retrasa después de un tiempo de trabajo constante, no se preocupe. Está bien perderse algunos entrenamientos y tomar un descanso para recargarse. Lo mismo sucede si se pierde el ejercicio debido a una enfermedad, una hemorragia o un horario agitado. Tenga en cuenta el panorama general de su salud. Unos pocos días perdidos no disminuyen las ganancias generales que ha logrado. Si pierde el ritmo de los ejercicios, vuelva a tomarlo cuando esté listo y continúe donde lo dejó.
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